La formación continua de docentes desde sus prácticas pedagógicas en la institución educativa. Parte I
La formación continua de docentes desde sus
prácticas pedagógicas en la institución educativa. Parte I
*David
Otero Mendieta
Diversos estudios nacionales e internacionales nos informan
sobre los desafíos que tiene nuestro sistema educativo respecto a la calidad de
lo que aprenden y cómo están aprendiendo los estudiantes. Múltiples encuestas,
exámenes de conocimiento, investigaciones, diagnósticos, sistematizaciones y
diversas formas de indagación nos proveen de evidencias sobre los bajos
resultados referidos a conocimientos y habilidades cognitivas y no cognitivas
que deben dominar las personas para superar su estado de empobrecimiento y
alcanzar prosperidad. Los niveles de logros de aprendizajes en lectura,
escritura, cálculo matemático y uso de
métodos de investigación científica son aún insuficientes en correspondencia
con las competencias deseadas en el currículo para que nuestros estudiantes sean
aptos en desempeñarse como ciudadanos emprendedores e innovadores.
Uno de los factores relacionados con la calidad educativa es la
formación docente. El Informe de resultados del TERCE sobre factores asociados
considera que: “La formación inicial y continua, junto con la experiencia del
profesor, constituyen la base sobre la cual se sostiene cualquier innovación
curricular o pedagógica…La preparación del docente se concibe como un proceso
permanente dentro de una concepción de aprendizaje constante” (UNESCO, 2015,
p.92). Es importante entender las contradicciones ocurridas entre la
tradicional y novedosa formación docente que necesitamos los educadores para
que los estudiantes logren aprendizajes significativos. Sin embargo, el mayor
desafío es cómo hacemos para solucionar los problemas identificados. ¿Qué
aportes ofrecer desde las instituciones educativas (escuelas, institutos,
centros educativos, colegios, universidades, entre otros) para que suceda una
formación continua docente exitosa desde su práctica pedagógica?; ¿Cómo hacer
puentes que conecten entre las políticas educativas diseñadas por el Gobierno
de Reconciliación y Unidad Nacional, que tienen la intención de mejorar la
calidad educativa, y las practicas pedagógicas que realizan los docentes en las
instituciones educativas desde sus propias realidades etnográficas?
Hace cinco meses, un equipo de investigadores en educación, nicaragüenses
y de otros países, iniciamos un proyecto de investigación en un centro
educativo de Managua, y desde esta experiencia, estamos validando un modelo de
formación continua docente en didáctica sobre el método de aprendizaje basado
en proyectos; en tecnologías de la información y las comunicaciones como
herramienta de apoyo a las actividades didácticas; en evaluación de los
aprendizajes basado en evidencias para el mejoramiento continuo; en gestión de
las emociones orientada hacia el aprender a convivir.
Desde los enfoques de investigación – acción y de
experimentación, hemos constatado que en la medida que los docentes entienden
cómo funciona en ellos este tipo de aprendizaje, cómo se organiza, planifica y
evalúa, cómo utilizan las herramientas tecnológicas para lograr los objetivos
de aprendizajes deseados y cómo los investigadores, les acompañamos, aumentan su
inquietud y pasión en implementar las nuevas formas de aprender con sus
estudiantes y compartirlo entre sus compañeros docentes. La pasión del docente
se evidencia en su fuerte interés a seguir aprendiendo y en el nuevo clima de
aprendizaje que ocurre con sus estudiantes, colectivo docente y familias.
Entre lo nuevo que han incorporado los docentes en sus prácticas
pedagógicas, están las siguientes: i) Un espacio y tiempo organizado en la
escuela para su formación continua, ii) la planificación de unidades didácticas
con el método de aprendizaje por proyectos, iii) la realización y participación
en clases abiertas hacia otros docentes y retroalimentación de esas clases, iv)
uso de la rúbrica como método de evaluación de aprendizajes cualitativos y
formativos, v) dosificación de la evaluación en proceso y la evaluación sumativa,
vi) práctica de la co-evaluación estudiante – estudiante y estudiante –
docente, vii) realización de clases utilizando teléfonos celulares, Tablet,
computadoras de escritorio y datashow con aplicaciones tecnológicas.
El método Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP) que aplicamos en
el proceso educativo es definido en “www.aulaplaneta.com”, como: “…
una metodología que permite a los alumnos adquirir los conocimientos y
competencias clave en el siglo XXI mediante la elaboración de proyectos que dan
respuesta a problemas de la vida real”. Esta metodología es diferente a
la metodología tradicional, en la que el docente se ocupa de un rol transmisor
de información y asume una autoridad formal. Sin embargo, desde ABP, el docente
se preocupa y se ocupa en tener un rol
de facilitador, tutor, guía, mentor o asesor, quien acompaña a los estudiantes
en abrir la llave de sus talentos para entrar en sus conocimientos previos y
descubrir nuevos conocimientos; en
probar y no en aprobar. Además, mientras que en el Aprendizaje tradicional, los
docentes organizan solo el contenido en exposiciones de acuerdo a su disciplina,
desde el ABP, estos diseñan sus planes en equipo con otros docentes y áreas de
conocimiento en base a dosificar problemas abiertos, que los vinculan a
productos, competencias, contenidos y actividades de lengua, literatura,
matemática, ciencias sociales, inglés, entre otras, generando sentido e interés
por los estudiantes para resolver problemas reales de sus vidas y su entorno de
vida. La participación protagónica de los estudiantes en el ABP supera a la
participación pasiva de los estudiantes en clases tradicionales.
*El autor es consultor en educación
Comentarios
Publicar un comentario